Acaban de llamar a mi casa. Cojo el teléfono, era un número de Baleares, no conocía el número pero he contestado por si acaso.
YO._ Sí, ¿dígame?
CHICO._ ¿Sí?
Y._ ¿Quién es?
C._ ¿Quieres tomar algo conmigo?
Y._

(décimas de segundo anonadada, pero a la vez pienso en la voz de pardillo y pienso, éste se ha
colao), ¿qué quieres?
C._ Que si quieres tomar algo conmigo
Y._ ¿Quién eres?
C._ Juan... ¿Quie...?
Y._ A ver Juan, ¿tú dónde crees que estás llamando?
C._ ..., einnn, ¿no eres la chica de la tienda?
Y._ No, ni esto es una tienda, te has equivocado´
C._ Perdón , ¡qué vergüenza!
Colgó
¿Cómo puede decir que le da vergüenza colgar después de la forma que tuvo de pedir salir a una chica que ni conocía?
¡Chicos! Hacía tiempo que no me reía con historias de éstas
¡Angelico! No se como será la chica, pero se lo va a comer con patatas

¿Recordáis alguna otra historia de conquistas surrealistas?

¿o alguna otra llamada surrealista?