Sí, viena, sí, es evidente que estamos de acuerdo. Y eso que aún queda mucho por andar, como bien comentas, en cuanto a la discriminación laboral que sufren las mujeres en muchas ocasiones respecto a sus compañeros. Pero todo llegará...todo!
No era una alusión personal, sino todo lo contrario. Es una consideración general respecto al papel del lenguaje en el terreno del género.
Históricamente, el lenguaje social ha desarrollado pautas semánticas respecto a la denominación de determinados roles sociales, asignando connotaciones masculinas o femeninas en función de las características de dichos roles.
Por ejemplo, voces como juez, médico, abogado, arquitecto,...y otras profesiones de reconocido prestigio social se han "asimilado" socialmente como concepto "masculino" en el lenguaje, posiblemente porque tiempo ha, tan sólo los paisanos accedían a dichos puestos.
Pues bien, yo abogo por la acepción femenina (que también existe, y está actualmente reconocida por la RAE) de dichos términos: jueza, médica, abogada, arquitecta,...
E intento aplicar este concepto no sólo a la terminología laboral, sino en todos los ámbitos sociales.
En este sentido, he tenido una reflexión que a mí al menos, me ha sorprendido: ¿Nunca os habéis parado a pensar por qué cuándo algo es estupendo o gratamente sorprendente (positivo), decimos que "es la polla", o "es cojonudo"? Sin embargo, si es pesado, o no nos interesa, entonces es "un coñazo", o cuándo estamos cansados/as, decimos que estamos "hechos una braga".
Es evidente que en estas expresiones, sí existe una clara tendencia a asignar determinadas características emocionales en función de roles sexuales, ¿no? Lo guay es masculino; lo menos guay es femenino...
Bueno, pues mi intención iba por ahí.
Puede parecer un poco anecdótico (incluso demagógico), pero igual, estas convenciones sociales del lenguaje tienen un transfondo social relacionado con la histórica asignación de roles que he comentado...a mí al menos, me ha dado que pensar (bien es sabido por estos lares también, de mi tendencia natural al insomnio, lo cuál hace que busque entretenimientos mentales, digamos, poco ortodoxos
).
Así pues, como ves, mi alusión no era personal, sino general, tomando como ejemplo tu expresión, para hacer hincapié en el papel que puede llegar a jugar el lenguaje en este terreno de la igualdad de sexos...
Espero haberme expresado con claridad, compañera!

viena escribió:Respecto a la alusión personal que me haces sobre mi autodenominación de ingeniero frente a ingeniera, no es nada más que una forma de hablar, que quizá debería matizarla, peros tú ¿ te consideras "una persona o un persono"?
No era una alusión personal, sino todo lo contrario. Es una consideración general respecto al papel del lenguaje en el terreno del género.
Históricamente, el lenguaje social ha desarrollado pautas semánticas respecto a la denominación de determinados roles sociales, asignando connotaciones masculinas o femeninas en función de las características de dichos roles.
Por ejemplo, voces como juez, médico, abogado, arquitecto,...y otras profesiones de reconocido prestigio social se han "asimilado" socialmente como concepto "masculino" en el lenguaje, posiblemente porque tiempo ha, tan sólo los paisanos accedían a dichos puestos.
Pues bien, yo abogo por la acepción femenina (que también existe, y está actualmente reconocida por la RAE) de dichos términos: jueza, médica, abogada, arquitecta,...
E intento aplicar este concepto no sólo a la terminología laboral, sino en todos los ámbitos sociales.
En este sentido, he tenido una reflexión que a mí al menos, me ha sorprendido: ¿Nunca os habéis parado a pensar por qué cuándo algo es estupendo o gratamente sorprendente (positivo), decimos que "es la polla", o "es cojonudo"? Sin embargo, si es pesado, o no nos interesa, entonces es "un coñazo", o cuándo estamos cansados/as, decimos que estamos "hechos una braga".
Es evidente que en estas expresiones, sí existe una clara tendencia a asignar determinadas características emocionales en función de roles sexuales, ¿no? Lo guay es masculino; lo menos guay es femenino...
Bueno, pues mi intención iba por ahí.
Puede parecer un poco anecdótico (incluso demagógico), pero igual, estas convenciones sociales del lenguaje tienen un transfondo social relacionado con la histórica asignación de roles que he comentado...a mí al menos, me ha dado que pensar (bien es sabido por estos lares también, de mi tendencia natural al insomnio, lo cuál hace que busque entretenimientos mentales, digamos, poco ortodoxos

Así pues, como ves, mi alusión no era personal, sino general, tomando como ejemplo tu expresión, para hacer hincapié en el papel que puede llegar a jugar el lenguaje en este terreno de la igualdad de sexos...
Espero haberme expresado con claridad, compañera!
