estigia76 escribió:Rico no te retires hombre, que yo también te leo en la sombra y la literatura que le echas es espectacular
Lo voy a pensar, después de todo, si me ausento en un retiro en las montañas, no podría ver este foro, mientras tanto y para terminar la semana, dejare algunos para ustedes, espero no les causen algún infarto.
Doña Frigidia, ya se sabe, es la mujer más fría del planeta. Cierto día, sin embargo, accedió a tener trato carnal con su esposo, don Frustracio. En el curso del aburrido trance, él escuchó de pronto un "¡ah!" de alegría. Pensó el señor que finalmente su consorte había sentido un asomo de placer al realizar el acto del amor. Le preguntó la causa de ese "¡ah!". Respondió ella: "-Por fin di con el color que deben tener las nuevas cortinas. ¡Verde olivo!".
Nalgarina, mujer de buenas formas, pero de caletre escaso, le contó a una amiga: "-El joven y guapo vecino de al lado llama todos los días a la puerta de mi departamento a media mañana y me pregunta en voz baja: '¿Está tu marido?'. Le digo que no. Entonces él entra, me lleva a la cama y me hace el amor apasionadamente. Lo mismo sucede cada día, una y otra vez. Me pregunta: '¿Está tu marido?', y cuando le digo que no está, otra vez me hace el amor". "-¡Asombroso!" -comentó la amiga. "-Sí -dijo Nalgarina, pensativa-. ¿Qué asunto crees que ese muchacho tenga con mi esposo? ¿Por qué vendrá a buscarlo todos los días?".
Don Poseidón, granjero acomodado, tenía un problema. Sentía de repente urentes ansias amorosas, pero si su mujer tardaba en disponerse para la ocasión aquel impulso desaparecía, y se abajaba el pendón de su rijosidad. Un amigo le aconsejó: "-Cuando quieras que tu señora venga pronto, dispara tu escopeta. Ésa será la señal para que ella acuda presurosamente y llegue cuando tú estés todavía en aptitud de librar el amoroso combate". Pasó un mes, y el amigo le preguntó a don Poseidón si aquel expediente, el de la escopeta, había funcionado con su esposa. "-Al principio sí -respondió algo mohíno el vejancón-. Pero desde que empezó la temporada de caza ya raras veces la veo".
Por ultimo, una frase poco célebre: "El optimista ve la dona. El pesimista ve sólo el agujero".
Feliz fin de semana, ¡amaos los unos a las otras y perpetúen la especie!, si fuera los unos a los otros estaría difícil perpetuarla.
La muerte está tan segura de alcanzarnos, que nos da una vida de ventaja.