Me acabo de enterar que han despedido a un ingeniero de una constructora con la que colaboro.
Un tío que curraba más horas que Pepe el hijo p**a, muy responsable y muy capaz. En los cuatro años que llevaba había modernizado la constructora (que era una empresa familiar de pueblo).
Lo peor es que no ha sido por falta de obra (que es lo que han argumentado) por que tenían contratada más obra que en 2007 (eso decía él).
Había conseguido tres obras de edificios muy muy especiales en la zona. Esas obras que dan una publicidad terrible.
Lo peor, es como le han despedido. Esta mañana hablo con él a las 9:00 y quedamos para una reunión esta semana, le llamo a las 10:00 y el móvil apagado, así todo el día. Me llama otro proveedor como yo y me dice que cuando ha ido a la oficina después de pasar por la obra se ha encontrado que han cambiado la llave de su despacho, al ir a pedir explicaciones, le han dicho que una persona de administración le acompañaría a recoger sus cosas.
En un sobre tenía el finiquito.
Lo peor de estas relaciones interempresariales, es que tienes su teléfono y su mail de empresa y, que al dejarla "muere" tu relación. No le puedes llamar ni hay manera de contactar con él, excepto que él te llame a ti. Esto lo he vivido hace dos meses al dejar mi empresa.
Vaya formas que han tenido con él. Creo que se han equivocado y, que este despido les va a valer mucho más que los pocos miles que hubiera en el sobre.
Ahora a ver cómo lidiamos con el nuevo (el hijo del jefe, se rumorea) responsable los que tenemos obra contratada.
La ingeniería es la combinación del arte del copia-pega, con conocimientos básicos de física y mucho ego, pero mucho.
La arquitectura es lo mismo, pero madrugando menos, con plumas de Montblanc y más ego.