chichas escribió:No sé qué será más correcto, si poner este enlace aquí, o enviar un enlace a este hilo para que lo pongan en esa página.
Me parece que intentas defender que un ingeniero informático debería poder proyectar (o dirigir, que es hasta peor) una obra de construcción, entre otras cosas.

No me parece un asunto discutible. Cuando quieras hablar de algo razonable, vuelves.
Otro que no sabe leer
cualquier ingeniero está
habilitado para cualquier actividad profesional de las que ahora
están reservadas a los ingenieros en sus distintas ramas y
especialidades, partiendo de que todos los titulados en ingeniería
comparten un núcleo común de conocimientos suficiente para
habilitarles a realizar todas las funciones que tienen los ingenieros,
sin alterar el modelo académico vigente
Habrá másteres y cursillos de posgrado, impartidos por las universidades, o por los colegios, para que la gente se recicle, todo ello muy
bolónico.
¿Quién gana?
Las universidades encantadas, pasarán de estar semi-hundidas porque ya nadie quiere estudiar, debido a que estudiar ya no sirve para mucho, a tener legiones de ingenieros tratando de reciclarse a las actividades hacia donde se mueva el mercado.
El Gobierno, que se quita de un plumazo el paro cualificado, ya que las actividades que demanda el mercado, normalmente suelen estar faltas de gente cualificada, pero con esta normativa, en poco tiempo y con relativa facilidad, habrá legiones de gente preparada.
El "mercado", la "economía", como entes etéreos.
¿Quién pierde?
El de siempre, el ciudadano, que verá mermada la calidad de los trabajos. Lo suyo sería que todo estuviera acotado a lo que cada uno sabe hacer, incluida la informática, pero esto va en contra de lo que dictan las leyes del mercado y la urgente situación económica del país. Estamos en la UVI y hay que salir de ella, aunque sea a planta. Y una de las reformas que propone el Gobierno es ésta. ¿Estoy de acuerdo con ella? En modo general no, pero en modo egoísta sería gilipollas que no lo estuviera. Después de tantos años de ninguneo, en este río revuelto, los pescadores por una vez seremos nosotros.
Un saludo.