Yo creo que se refiere más bien al conocimiento de la procedencia y tiempo de fabricación de cada una de las partes y componentes de una máquina, para lo cual deben estar su fabricación y la de cada uno de sus componentes separados por lotes y registrada la procedencia y fecha de cada uno de ellos.
La idea es conocer, ante fallos repetitivos de algún componente, si estos pertenecen a un mismo lote y, por tanto, dejar dicho lote fuera de la fabricación y poder sustituir sólo dicho componente en las máquinas antes de que se repita el fallo. Si tengo registrado el lote de cada uno de los componentes de un equipo, si varios clientes vienen con el mismo fallo en el mismo componente y compruebo que se debe a un fallo en el mismo puedo:
1º Retirar los componentes de dicho lote que todavía no se han ensamblado de forma que no me den problemas en el futuro. Hay que pensar que el coste de una reparación en garantía es mucho más elevado que el coste del componente. Además, los inconvenientes creados por un fallo de dicho componente me puede suponer la pérdida de algún cliente. Si no tengo los componentes separados por lote, tendré el coste, como mínimo, de separar los correctos de los incorrectos, si es que puedo diferenciarlos. Si no se pudiese o no saliese rentable separarlos, tendría que retirar todos los componentes iguales, con el coste que eso conlleva. Además, separar por lo tes me permite siempre montar los componentes de forma que se monte siempre antes el que primero entró en el almacén, lo que evita problemas de deterioro.
2º Avisar a los clientes a los que se han servido equipos con dicho componente que existe un defecto de fabricación y acordar como proceder a su reemplazo antes de causar problemas mayores. No es precisamente una gran imagen indicar que tienes un fallo, pero es muchísimo peor si el equipo falla y le causa un trastorno económico serio.
3º Si tengo elementos en stock, puedo retirarlos del mercado antes de que den problemas. Del mismo modo, el cliente puede proceder igual.
La idea de la trazabilidad es reducir costes por fallos en la calidad. Además, permite tomar acciones mucho más baratas ante un fallo.
Pongamos un ejemplo para clarificar el tema:
La marca de automóviles A detecta problemas en el escape de su modelo AB después de que han reclamado en garantía cinco usuarios.
Al analizar el problema, detecta que se debe a un problema en una soldadura. Sabe también que coinciden dichos escapes con la fabricación de febrero. De dichos escapes, tiene todavía 12000 en stock. De esos 12000, 8000 se fabricaron en marzo, y después de hacer un muestreo en la fabricación de marzo se detecta que van bien. Curiosamente, son del mismo material, pues pertenecen al mismo lote del proveedor, así que el fallo se debe a algún fallo en el proceso y por ello van a revisar el porqué.
Ojo: Hasta aquí ya se han ahorrado las 8000 piezas de marzo y han detectado dónde está el fallo. En lugar de retirar las 12000, retiran sólo 4000.
Sigo con el ejemplo. Del lote defectuoso, se han montado 4000 coches. De esos 4000 coches, tienen 1500 en sus propias instalaciones a los que se les realiza el cambio in situ (ahorro de portes importantes). De los 2500 coches que quedan, localizan 2000 todavía en venta en los concesionarios, donde se realiza el cambio. El coste es algo mayor, pero todavía contenido. Quedarían 500 coches con la pieza defectuosa. Ojo, si no hubiese trazabilidad, habría que revisar muchos más coches pues no se sabe desde cuando existe ese fallo.
A los propietarios de los 500 coches que quedan, se les envía una carta explicándoles el fallo y llamándoles para una revisión para la sustitución del escape. No se sabe muy bien porqué, pero si no se cambia dicho escape, cuando este falla, se rompe también la tapa del maletero, así que conviene a todos hacer la reparación cuanto antes.
Ciertamente, esos 500 usuarios pueden enfadarse, pero se enfadarían mucho más si el coche les fallase en los primeros meses de tenerlo.
Toma ladrillazo que me he marcado.