Una pequeña historieta para los amantes de amasar títulos.
Hace ya un tiempo, tanto un ingeniero como un ingeniero técnico, tenían un futuro profesional garantizado al conseguir su título. Trabajaban en despachos y estaban bien asistidos para sus desempeños.
Luego, pasado un tiempo, parece que no era suficiente con tener el título, había que profundizar por la cuenta de cada una
Amenofis escribió:Pero ¿cómo? ¿Hay algo, después de industriales?

en idiomas, cursillos y otras cosillas. ¿Por qué pasaba todo ésto?. Nada más que por el querer destacar con respecto a otros profesionales.
¿Por qué hacía falta destacar?. En realidad no se percibía esta necesidad en un periodo creciente de industrialización y menos aún con la llegada de innovaciones tecnológicas que, demandadas por el progreso, había que atender y dar fluidez en lo que al conocimiento y su difusión se refiere.
Pero ¿qué fue lo que pasó?. Muy fácil, subvenciones estatales para crecimiento de empresas, subvenciones que se destinaban a conseguir falacias como la ISO 9001 y la Gestión del Medioambiente, a la Prevención de Riesgos Laborales y otras ideas buenas pero mal interpretadas por los empresarios, aunque con toda su mala intención, pillar y pillar pasta.
Como expertos supieron estos empresarios vestir el muñeco con ingenieros recién salidos y sin ningún plan de capacitación para éllos que no fuese lo que el consultor o el auditor pudieran aportar. Consultor o Auditor que más tarde iban siendo también ingenieros recién salidos. Nadie transmitía a estos novatos (que todos lo hemos sido) la esencia que movía a las empresas a seguir funcionando y a hacer las cosas con un objetivo. Un objetivo que existía pero que no se conocía al nivel de estos mandos intermedios.
Conclusión, unos y otros y todos ingenieros estaban desvinculados de la empresa. Hacían su propia guerra y con sus propios objetivos, bastante desacoplados e independientes de los intereses del patrón, el cual no sabía lo que estaban haciendo, ni tampoco le interesaba. Lo único que exigía es ir pasado el examen.
¿A qué hemos llegado? pues a ingenieros recién titulados que no pueden confiar en su propia formación de cinco cursos completos porque no pueden hacer otra cosa que verlos incompletos y ven la necesidad de completarlos, sabe dios con qué mas cosas.
Todavía me sigo preguntando qué cosa pueden ver los estudiantes para meterse a hacerse ingenieros y cómo todavía quedan los que se atreven. Ni vocación ni puñetas, si me tocase ese planteamiento, sin duda no me metería. Haría algo más provechoso.
Los estudios universitarios de hoy en día están tremendamente devaluados y si a nadie le da por hacer algo, desaparecerán de plano. Eso por no hablar de cosas peores.
Pero que no desespere todo el mundo. Estamos en la era digital y la libre designación sigue funcionando, no hay más que tener padrino y todo lo que he dicho antes quedará completamente anulado incluso para los profesionales que acaban de salir de las escuelas.
Salud colegas