Lo que hay que liberalizar en arquitectura, y sin tocar la LSP, puede ser tan sencillo como esto:
(EEUU, Florida, en otros estados es parecido )
"No person shall be required to qualify as an architect in order to make plans and specifications for, or supervise the erection, enlargement, or alteration of:
(a) Any building upon any farm for the use of any farmer, regardless of the cost of the building;
(b) Any one-family or two-family residence building, townhouse, or domestic outbuilding appurtenant to any one-family or two-family residence, regardless of cost; or
(c) Any other type of building costing less than $25,000, except a school, auditorium, or other building intended for public use, provided that the services of a registered architect shall not be required for minor school projects pursuant to s. 1013.45. (...)"traducción rápida:
"Ninguna persona podrá ser obligada a cualificarse como arquitecto con el fin de hacer proyectos y especificaciones para, o supervisar la construcción, ampliación, o alteración de:
(a) Cualquier edificio en cualquier granja para el uso de cualquier agricultor, sin importar el coste del edificio;
(b) Cualquier edificio residencial de una familia o de dos familias, vivienda urbana, o dependencia doméstica accesoria a cualquier residencia de una sola familia o dos familias, independientemente del coste; o
(c) Cualquier otro tipo de edificio que cueste menos de $ 25.000, a excepción de una escuela, salón de actos, u otro edificio destinado a uso público, y no se exigirán los servicios de un arquitecto registrado para proyectos escolares menores de conformidad con la s. 1013.45. (...)"La vivienda es un servicio básico y no se puede dejar monopolizado entero en las manos de un grupo cerrado de gente. Se puede abrir una parte a todos, como se lee arriba, o se puede abrir a varias profesiones para que se anden con cuidado entre ellas que es lo típico, o abrir a tope el grifo en las universidades para que se vayan ahogando unos a otros y desplacen a los que sobran que es lo de aquí. Eso, o sobra el mercado, que pasaría a ser más bien una concesión otorgada o un mecenazgo en plan medieval.
Una vez asegurada la destrucción absoluta del monopolio básico, entonces se puede hablar de regulación de máximos, mínimos, etc. que en principio es inconveniente por esto otro:
1) El argumento de relacionar seguridad y precio se podría aplicar igual a todos los productos y servicios. Habría que regular un precio mínimo para todos, empezando lógicamente por los más necesarios o importantes, como el pan, la leche, el agua, las aspirinas, los pantalones, los zapatos, etc. y como es evidente sería absurdo.
2) Ni un Colegio ni un Estado ni nadie puede calcular con anticipación y a largo plazo los precios de los bienes y de los servicios ni de nada. Está demostrado empíricamente. Ni menos, la variación con el tiempo y el mercado.
3) Ataque contra los autoservicios o contra cualquier tipo de descuento por sencillez, duplicidad, etc. como si cada vez que uno se corta las uñas tiene que cobrarse a sí mismo la manicura, declararlo a hacienda, etc. o si hace mil cosas iguales a alguien cobrarle lo mismo, y al final hay que hacer tantas excepciones que vale más no hacer nada.
4) La oferta de varios niveles de calidad, rapidez, innovación, etc. es necesaria para el funcionamiento del mercado, para el establecimiento de los precios y para asegurar la posibilidad de innovación. De la misma manera que hay muchos tipos de coche y no todos cuestan igual o se venden lo mismo y cambian con el tiempo. Nadie quiere vivir en un sistema en el que todo esté regulado por una pandilla de pseudo-funcionarios sin responsabilidad alguna, que lo que regulan suele ser un churro y desfasarse a la velocidad del pensamiento.
5) Muchos no buscan en los baremos un sistema para clarificar los precios, por el contrario lo que buscan es alterarlos, más concretamente subirlos, y en especial los de lo que hacen ellos. A expensas de los consumidores o de lo que sea, ellos primero, se creen especiales. Otra cosa es que luego tenga que haber algo para calcular precios en los juzgados o similar, que si el sistema completo no estuviese contaminado con intervencionismos tampoco haría ninguna falta, llamas a varios, les pides precio estimado y punto, mucho mejor que mirar un precio escrito por un sujeto que no va a hacer nada excepto controlar el cotarro y lucrarse y sin responsabilidad alguna, importándole un pimiento tu situación laboral o la del cliente.
En resumen, se puede fijar un mínimo de calidad, de características o de eficiencia en un servicio o bien, pero no el precio. Ni el máximo, ni el mínimo ni el intermedio, eso corresponde a las partes interesadas, si alguno quiere que establezca los suyos propios.