jose-mac escribió:Por ahí arriba (creo que Tuso), comentaban que un ingeniero debería tener un coche resultón (que no reshulon).
Otros comentaban que no convenía que el coche diera la idea de "este tipo me está desplumando, mira que coche gasta, y me dice que no me puede rebajar la tarifa el muy c.br.n".
Bueno... durante un par de días estoy con un coche que creo que cumple ambos requisitos de forma sobrada: un precioso Saab 93.
Lo recomiendo totalmente. No sé porqué Saab no ha tenido apenas éxito en España (tal vez vaya por provincias, por Barcelona sí veo bastantes, pero sus ventas nacionales son de pena). Pero la verdad es que sus coches me encantan.
Yo tengo una teoría. Un vendedor no puede llevar ciertas marcas y ciertos coches, por lo menos a vender.
Una venta es un acuerdo. Puedes hacer uno de cualquier forma, pero si quieres que dure ambas partes deben salir satisfechas de él (no sólo hablo del precio), si una de las partes se siente inferior (pasa cuando uno va trajeado y el otro en mono de currar) puede que se ponga a la defensiva, sin motivo. El coche puede provocar esto.
Ahora bien, tampoco se debe ir con un AX de 90. Hay que dar imagen sin despertar envidias.
Aparte va en la persona de cada uno el gasto que quiera y pueda hacer. Para mi el coche es un gasto que tengo que hacer por necesidad. Me es muy cómo para vacaciones e ir al pueblo, pero que si pudiera evitar tener evitaría. A todos nos gustan los lujos y los caprichitos, está claro, pero el coche no es el mío.
La ingeniería es la combinación del arte del copia-pega, con conocimientos básicos de física y mucho ego, pero mucho.
La arquitectura es lo mismo, pero madrugando menos, con plumas de Montblanc y más ego.