LuisM escribió:hmm..
me intersaría conocer el programa de fiestas provinitivo. Ayuda a tomar una decisión.. adelanto que a una bacanal no me apunto, porque estaré recien casao... 
Me parece que se está desluciendo un poco la quedada con todo esto.
No son bacanales ni nada parecido. Bien es cierto que cuando viene Arwen hay algo más de picante, pero por supuesto no es ni el objetivo ni la intención convertir ninguna quedada en una bacanal ni en una cita a ciegas.
Habiendo dicho esto, paso a comentar más o menos el plan de quedada habitual:
Se suele quedar el sábado a eso de las 12 ó la 1 de la mañana. Es tiempo de tertulia en que, mojando la conversación con bebidas alcohólicas de baja graduación, se va tomando contacto con los demás pues, aunque nos conocemos ya sobradamente, siempre hay nuevas que contar de gran interés para todos los demás, que celebran cada logro con un brindis, y cada fracaso con otro brindis para mitigar las penas.
Después de eso toca ir a comer. Obviamente, en lugar previamente reservado y, si por cualquier razón hubiese problema con la reserva, en cualquier lugar próximo que cumpla las características necesarias (es decir, que nos dé la gana). Por supuesto, se mojará la comida con caldos procedentes de la uva apropiados para la situación. En este momento, la conversación suele rondar los temas ingenieriles o no ingenieriles, pero desde luego, adecuados para la resolución de los problemas que a todos nos atañen.
Después del café, copa y puro correspondientes, se busca otro lugar adecuado donde mojar la conversación, donde las conversaciones pasan normalmente de basarse en solucionar nuestros propios problemas a ser adecuadas para solucionar los problemas mundiales.
Llega en estas lides la hora de la cena. Cena cuyo sitio se improvisa, pues no pasa de ser un mero trámite para llegar a la hora de salir un poco por esos sitios donde hay demasiado humo y gente de mal vivir para que nos sean recomendados por nuestras abuelas. A veces, el lugar de la cena se escoge con esmero, y en esos casos, dicha cena se suele alargar algo más, pero para nosotros lo importante no es donde, sino con quién. Sea como sea, la hora de retirada final es más o menos a y cuarto y con la manecilla pequeña del reloj en algún sitio no determinado pero sin ninguna importancia.
Y así, en buena compañía, se llega al final de la jornada, que puede alargarse con un desayuno al día siguiente que no empieza antes de que el reloj marque el mediodía.
Espero haber dejado claro el plan de quedada. Los temas a tratar en esta serán sin duda alguna retomar la asociación, y alguna cosa más que se nos ocurrirá por el camino.