adeluket escribió:jose-mac escribió:Al 99% de los chinos e indios, no lo sé... pero deberías ver cómo ha aumentado su nivel de riqueza y su calidad de vida.
Aquí también tuvimos esa evolución y no gracias al capitalismo puro y duro.
¿Y como es posible que china nos este comiendo terreno? ¿Porque su estado no influye o interviene en la economía?
Sophie Germain escribió:El capitalismo puro y duro no funciona.
El socialismo puro y duro no funciona.
La virtud está en el término medio. -decía Aristóteles
.

El término medio no es tan fácil de calcular como un baricentro etc.
Yo también soy partidario de un punto medio... pero escorado hacia el libremercado.
Que el estado debe asegurar unos mínimos, está claro.
Que debe hacer que todos tengamos en lo posible igualdad de oportunidades, también.
Pero si el estado "se pasa" de frenada, se pasa de proteccionista, se inmiscuye donde no debería, produce servicios que no debería producir, prohibe u obliga cosas que no debería... entonces restringe nuestra libertad, y además, nos hace muy ineficientes.
China es un estado muy raro. Tiene libertad de mercado, pero no tiene libertad política.
Sobre lo que comentas de cuándo salimos de la crisis.
El momento en el que nosotros salimos de la extrema pobreza, fue cuando Franco dejó de meterse en política económica, se jubiló a "la vieja guardia" falangista, y nombró un gobierno de tecnócratas que siguieron criterios propuestos por el FMI, abriendo nuestra economía, poco a poco, al mercado.
Fueron los años del desarrollismo, donde empezaron a venir empresas extranjeras atraidas por nuestra baja mano de obra y nuestro potencial de crecimiento, empezamos a recibir turistas, y se invirtió en industrializar el país.
Aunque Franco no era falangista, el ideal falangista dominaba la política en la época.
Recomiendo, como curiosidad histórica, leer algún texto de la época.
Es una ideología horrible para cualquiera hoy en día (obediencia incontestable al líder, anulación de la libertad individual, alienación del pensamiento desde niños, sumisión de la mujer, aunque se exalta su papel, se la limita a una función tradicional muy concreta, etc.). En resumen. Horrible.
Pero algunos aspectos que hablan de proteccionismo, la preversión del capitalismo etc, son, en mi opinión, sorprendentemente parecidos a lo que muchos socialdemócratas promueven como valores típicos de izquierdas.
Cuanto menos, es muy curioso. Los extremos se tocan.