Tras la carrera, es evidente que algún rasgo de la personalidad, o quizás, de la forma de ver las cosas ha cambiado...Te enumero alguno de ellos...
1. Capacidad de sacrificio y de esfuerzo... es indudable que el "sufrimiento" en una carrera tan dura, y en la que tienes que buscarte la vida para poder aprobar como una Ingeniería ha desarrollado una capacidad de sufrimiento en mi que roza el masoquismo... además de, como bien dices, una capacidad de esfuerzo para resolver problemas sobrenatural, lleve el tiempo que lleve, "por mis santos coj...", pero siempre me empecinó en encontrar una solución... aunque al final no la encuentre.
2. Capacidad de análisis y de observación del mundo que nos rodea... o lo que yo y mis amigos llamamos de manera coloquial "frikismo ingenieril"... es decir, tratar de explicar y entender TODO lo que ocurre en el mundo con los conocimientos ingenieriles, incluso en momentos de ocio. El momento cumbre de este "frikismo" se alcanza en el bar de copas de tu ciudad, cuando con un par de copas de mas, empiezas a hablar con un antiguo compañero de carrera de lo mal que esta diseñada la climatización del local, y que por eso hace tanto calor...
3. Competitividad, ya sea de la "buena" o de la "mala"... y muy relacionado con la primera. Tu capacidad de análisis unida a la capacidad de esfuerzo o sacrificio, provoca que seas extremadamente competitivo, aunque en mi caso, y por suerte, no he llegado al punto de intentar perjudicar a un compañero premeditadamente durante los años de carrera. Sin embargo, conozco a más de uno que en los 2 o 3 últimos años de la carrera se tomo esto de la competitividad muy a pecho... ellos se lo pierden. La competitividad es buena, pero cuando se mezcla con la mala fe y la mala leche... es lo peor, y en las escuelas de ingenieria de eso hay mucho.
Pero a grandes rasgos, y a pesar de los sarcástico de alguna de mis afirmaciones, el balance es especialmente bueno. Soy de los que opinan que de la carrera los conocimientos adquiridos no son lo más importante, sino esa "capacidad para adquirir conocimientos" que conseguimos tras años de estudio y sufrimiento. Un ingeniero NUNCA deja de estudiar (quizas cuando se jubile).
1. Capacidad de sacrificio y de esfuerzo... es indudable que el "sufrimiento" en una carrera tan dura, y en la que tienes que buscarte la vida para poder aprobar como una Ingeniería ha desarrollado una capacidad de sufrimiento en mi que roza el masoquismo... además de, como bien dices, una capacidad de esfuerzo para resolver problemas sobrenatural, lleve el tiempo que lleve, "por mis santos coj...", pero siempre me empecinó en encontrar una solución... aunque al final no la encuentre.

2. Capacidad de análisis y de observación del mundo que nos rodea... o lo que yo y mis amigos llamamos de manera coloquial "frikismo ingenieril"... es decir, tratar de explicar y entender TODO lo que ocurre en el mundo con los conocimientos ingenieriles, incluso en momentos de ocio. El momento cumbre de este "frikismo" se alcanza en el bar de copas de tu ciudad, cuando con un par de copas de mas, empiezas a hablar con un antiguo compañero de carrera de lo mal que esta diseñada la climatización del local, y que por eso hace tanto calor...


3. Competitividad, ya sea de la "buena" o de la "mala"... y muy relacionado con la primera. Tu capacidad de análisis unida a la capacidad de esfuerzo o sacrificio, provoca que seas extremadamente competitivo, aunque en mi caso, y por suerte, no he llegado al punto de intentar perjudicar a un compañero premeditadamente durante los años de carrera. Sin embargo, conozco a más de uno que en los 2 o 3 últimos años de la carrera se tomo esto de la competitividad muy a pecho... ellos se lo pierden. La competitividad es buena, pero cuando se mezcla con la mala fe y la mala leche... es lo peor, y en las escuelas de ingenieria de eso hay mucho.
Pero a grandes rasgos, y a pesar de los sarcástico de alguna de mis afirmaciones, el balance es especialmente bueno. Soy de los que opinan que de la carrera los conocimientos adquiridos no son lo más importante, sino esa "capacidad para adquirir conocimientos" que conseguimos tras años de estudio y sufrimiento. Un ingeniero NUNCA deja de estudiar (quizas cuando se jubile).
"Para el optimista, el vaso está medio lleno. Para el pesimista, el vaso está medio vacío. Para el ingeniero, el vaso es el doble de grande de lo que debería ser"