ergo escribió:Me pasaré por las presentaciones, yo invito la cerveza. No sólo eso, será una buena cerveza Corona o una Tecate!!

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A mi, una de estas:

Amenofis tiene razón en que te ayudarán, y mucho, sobretodo al principio.
Y JAVILLOSE también.
No estás hablando de un pequeño comercio, donde las relaciones personales tienen gran peso, sino de una empresa de producción, donde eso pasa a un segundo término, si es que existe. Te encontrarás muchas veces en que lo que haces para los trabajadores no solo no se agradecerá, sino que se aceptará a regañadientes y con grandes suspicacias. No sólo eso, sino que te dirán que no lo quieren.
Los trabajadores, y eso te lo aseguro, son en general uno a uno personas con las que normalmente se puede hablar y la mayor parte de las veces son magníficas personas, por separado. En masa, mejor habla con una pared, o métete en una jaula del zoo, que seguro te harán más caso. Lo que a ti te parece razonable y uno a uno les parece razonable, cuando tomen una decisión en grupo dejará de serlo y se convertirá en una explotación más que tú, como representante del empresario, les infringes. Además, si vas con un cronómetro en la mano, ya te pueden poner toda la buena cara que quieras, si pueden te la harán. A partir del momento en que coges un cronómetro, eres el malo de la película hagas lo que hagas. Además, según sea la teoría del cronometrado (en esto cada uno es cada uno), cuando te vea se pondrá a correr como un loco para que se vea que es un buen trabajador, aunque cuando no estés vaya parado; o hará todo lo contrario, para que el tiempo tomado sea más bajo y cuando lleguen las primas por producción sean mayores.
El empresario no será mejor. Tomará medidas ridículas que costarán un montón de dinero y cuyo único beneficio real (él no lo verá así) sea que tú te fastidies y los trabajadores también o dejará de tomar otras mucho más baratas porque considerará que no funcionan. Todo tendrá oscuras razones para que se haga lo contrario a la razón, y verás como el dinero de vez en cuando tiene un valor tal que los principios dejan de existir en ese momento y otras se puede derrochar como si lo regalasen. A los proveedores tendrás que explotarlos al máximo, a veces sabiendo que no sólo los estás engañando, sino que en ocasiones los estás condenando a tener serios problemas por tu culpa, sobretodo cuando les tengas que aplazar pagos por nimiedades o les obligues a condiciones que no desearías a tu peor enemigo.
Pero no tengas demasiada piedad, pues esos proveedores no son tampoco hermanitas de la caridad. Te sacarán hasta el último céntimo posible. Intentarán colarte materiales que más valía que se hubiesen quedado en su lugar de origen de por vida. Los errores que cometan en la fabricación serán, por arte de magia, debidos a falta de especificaciones que tú les has dado o a especificaciones que ellos han interpretado de otra forma, que ellos sabían mal, pero como tú eres el ingeniero, por algo la habrás puesto y por eso no te han llamado (recuerda, aunque el plano esté perfecto la culpa será tuya, aunque sea por no haberle puesto un cero a la izquierda a una cota). Cualquier cosa para intentar colarte el material defectuoso y, a ser posible, a un precio desorbitado. Al final, lo se resiente si no estás atento es en el producto final y, por tanto, quien lo nota es el cliente.
Otro angelito el cliente. Querrá plazos imposibles porque siempre tiene a alguien que se lo da más rápido, de mayor calidad y con mucho mejor precio, pero te lo compra a ti porque te aprecia (eso sí, siempre que se lo des con el precio más barato, la calidad mejor y en tiempos más cortos y, a ser posible, pagándote dentro de 5 años). Te apretará en todos los sentidos y te intentará devolver el material que no ha vendido basándose en excusas ridículas de calidad, la mayor parte de ellas inexistentes. Además, toda aquella cosa que haya roto él porque ha usado mal o porque él, al enviarla a algún cliente suyo haya roto, por arte de brilibirloque será culpa tuya. Cuando venga una reclamación en garantía, comprobarás como le ha llegado un objeto golpeado con un martillo un componente tuyo cuando no tienes martillos en toda tu cadena de producción. Comprobarás como por arte de magia entra en el embalaje aceite de comida cuando tú sólo usas grasas de extrema presión (que huelen de una forma bastante peculiar), o verás como lo que tú has probado en unas condiciones brutales a él se le rompe al ponerlo en marcha sin carga alguna (aunque el interior del aparato diga lo contrario). Bueno, tú te dedicas a ropa, pero algo similar te pasará.
Por tanto, a partir de ahora, los ojos muy abiertos para aprender todo lo posible, las espaldas lo mejor cubiertas posibles y no te fíes de nadie. Una buenas dosis de tranquilidad y respirar hondo antes de tomar cualquier decisión y, sobretodo, cuando llegues a casa a desconectar. No tienes un puesto fácil y menos para ser el primer trabajo, pero se aprende mucho en él.
Perdón por la visión tan negativa, no estoy pasando por mis mejores días, pero esto será gran parte de tu trabajo. Hay cosas buenas también, pero ahora mismo no se me ocurre ninguna.