Pilgrim escribió:jose-mac escribió:La construcción es un motor de la economía, pero está lejos de ser el único.
Datos de wikipedia:
- agricultura, ganadería, pesca y minería: 2.3%
- energía: 2.3 %
- construcción: 9.8%
- industria: 11.6%
- servicios (incluido el turismo): 66.8%
Pero es muy fácil crearnos una percepción personal en función de lo que vemos a ojímetro.
Y esa percepción en lo que vemos en el día a día, depende muchísimo de la zona por la que nos movemos.
Yo pregunto a los proveedores... y muchos coinciden con lo dicho por Mazinguer... "parece que una empresa mejora... la otra empeora... pero en general, la cosa se ha tranquilizado, y se empieza a ver movimientos, se empieza a comprar material, se empieza a trabajar de nuevo".
(mi percepción personal viene por lo que veo en el entorno industrial de Barcelona... aunque aquí en 2 días se va la Sony, con mil tíos trabajando... y aunque Ficosa y otra vayan a repartirse la planta y la plantilla.... dudo mucho del futuro de esos puestos de trabajo).
Gran parte de la industria en España se dedica a la construcción.
Y gran parte de la construcción se dedica a hacer polígonos industriales. No seamos demagogos.
La industria dirigida a la construcción tiene la posibilidad de exportar, y la que sobrevive es gracias a eso. Aún así, la mayor parte de la industria no tiene nada que ver con las construcción, y parece ser que eso no tiene importancia en España. El 33% de la industria española gira en torno al automóvil, siendo más importante la industria secundaria del sector que las empresas que directamente fabrican, es decir, es más importante el peso económico del componente del automóvil que el automóvil en sí. De eso sí que se exporta.
Además, tenemos mil tipos de industria más. La industria aeronáutica está cogiendo cada vez más fuerza. La industria del juguete, que desgraciadamente va perdiendo cada vez más fuerza, ha dejado tras de sí, sin embargo, un montón de empresas (por ejemplo de inyección de plástico) que trabajan ahora en otros sectores para todo el mundo. En composites, fibras,... seguimos siendo punteros. Hay mil tipos de industria que no tienen que ver con la construcción y que siguen funcionando.
La pregunta es ¿qué porcentaje de la industria trabajaba para la construcción? Desde luego, no era poco, pero no era ni mucho menos la mayor parte de la industria. Posiblemente en alguna región sí pudiera serlo, pero por lo general no.
Desde luego, el parón de la construcción ha sido un palo para la industria, pero mayor palo era mantener una situación insostenible donde tenía que pelear con sueldos ilógicos porque la fiebre del ladrillo no admitía demoras y pagaba auténticas barbaridades para mantener un ritmo sin lógica alguna. La gente no quería trabajar en la industria porque en la construcción ganaba tres veces más sin tener preparación alguna. Sueldos de varios miles de euros al mes para alguien sin preparación no es sostenible para la industria y, sin embargo, en la construcción todo valía con tal de construir más y más, pues los márgenes eran suficientemente amplios como para absorber la mala gestión de las empresas. A la larga, esta crisis será beneficiosa para la industria. Tristemente, la situación que teníamos ha dejado una generación perdida. ¿Dónde trabajará esa gente que tiene ahora ya demasiados años para entrar como aprendiz, que está acostumbrado a un trabajo que nada tiene que ver con lo que va a quedar, sin preparación de ningún tipo y acostumbrado a unos sueldos que no existirán para una preparación como la suya? Desde el punto de vista de cualquier empresa, es mucho más sencillo y barato coger a alguien sin preparación y formarlo a que venga alguien desde un trabajo muy diferente, quitarle los hábitos que tenía en su anterior trabajo (diferentes, no buenos ni malos, sino diferentes) y entonces formarlo.