Cueli escribió:Respecto a los disturbios, bueno.. parece un poco de perogrullo tener que decirlo, pero no sería ni el primero ni el último partido de futbol que desencadena el destrozo de un par de barrios.. ; y que yo sepa no se responsabiliza a los jugadores ni a la organización del evento de los destrozos... ; de hecho, la pasada noche, si no recuerdo mal, han seguido los destrozos pese al comunicado de los vecinos de permitir la entrada de las maquinas y demás.. ; a mi me parecen claramente dos fenómenos claramente diferenciales, y que aprovechando que el pisuerga pasa.. pues... ; pero ni han de tener el mismo trato ni la misma respuesta..
Aquí has dado en el clavo. Hay dos historias diferentes. Por un lado, están los vecinos que protestan con toda la razón del mundo. Están en su derecho, lo hacen pacíficamente,... nada que objetar (ojo, dentro de cualquier población de España siempre hay algún radical, lo que no quiere decir que el conjunto lo sea). Este caso es ciertamente el reflejo del hartazgo de la población española frente a los abusos continuados de la casta política que tenemos, y esto es realmente lo peligroso para el gobierno.
Por otro lado, están los radicales que han aprovechado la situación como excusa para montarla tanto ahí como en el resto de España. A esos les da igual la causa siempre que puedan hacer ruido. No olvidemos que las facciones del 15 M, por ejemplo, que han participado en esto no eran precisamente las más pacíficas ni las más moderadas. Estos grupos, como bien indicabas, le han hecho un favor al gobierno, pues les ha permitido maquillar toda la situación como un brote de violencia de los grupos más radicales.
Lo triste es que, hasta que no han entrado estos últimos, ni los medios de comunicación, ni nadie más, ha hecho caso de las reivindicaciones, no solo dando la sensación de que de que con la violencia puedes conseguir objetivos si no, lo que es aún peor, dando la sensación de que
solamente por medio de la violencia se pueden conseguir los fines perseguidos. Ahora el marrón es importante.
Cuando antes yo indicaba que el alcalde ha de dimitir, lo decía porque, si él no tenía razón en seguir con las obras (como parece evidente que es así), no ha cedido ante lo que le exigían sus ciudadanos. Y si la tuviese (que no parece ser), cedió ante los disturbios provocados por los radicales, cediendo ante un chantaje intolerable (de nuevo indico, si tuviese razón). Sea como sea, no ha actuado por y para el bien de su ciudad y ha cedido ante intereses externos y, por tanto, su dimisión debía acompañar a la paralización de las obras.