Sophie Germain escribió:¡Ah!, se me olvidó antes: que no es lo mismo el concepto de religiosidad con el de iglesia-judaismo-islamismo-etc.
Pienso que por un lado está la religiosidad, que es un impulso que muchos seres humanos tenemos, de algo espiritual de una creencia en otras cosas; y por otro lado las distintas iglesias-judaismo-etc. son un intento de organizarse de esas personas con ese sentimiento que sí, que luego se manipula y caemos en las luchas de poder y esas cosas; y que de ahí pueden convertirse en sectas, pues también.
Pero por eso creo que es fundamental construir personas con formación integral, con capacidad de análisis y de crítica, con buena autoestima y equilibradas, independientemente de que sean creyentes o no, de que se organicen en grupos o no, para que otros no se aprovechen.
Tranquila Sophie, que yo sólo hice los comentarios para picar un poco.
De hecho, sólo para que veas que no soy antirreligioso ni nada parecido, te comentaré que yo sí me casé por la iglesia. Como ateo confeso que soy (cuestión de creer o no creer, y ninguna otra), consideré en su momento que no iba contra mi religión (puesto que no la tengo) el casarme según la religión que fuese, y como mi mujer es católica y quería casarse por la iglesia, no tenía razones para negarme a ello.
Por otro lado, mis hijos se criarán bajo la religión de su madre, no sólo porque ella así lo quiere, sino porque considero que también tienen derecho a conocer alguna religión, del mismo modo que lo tienen a renunciar a ella y, siendo la católica la religión de mi mujer, y por cultura la más afín a mis principios, pues será la que conozcan. Ya tendrán tiempo en su vida para considerar hasta que punto ellos creen o no o en qué creen o dejan de creer.
Como ya dije antes, las religiones (que no las creencias) son un conjunto de ideas morales, y como tales las entiendo. Hay muchas formas de enseñar la moral, pero quizás una de las más sencillas sea mediante una religión. Es a partir entonces labor personal de cada uno el discernir qué debe tomar de su religión, de otras o de su propia experiencia, si fuese necesario. Cuáles deben ser los principios que tome como propios y todo, por supuesto, respetando a todo aquel que le rodea.