JORDIM escribió:JCas escribió:A mi el Hutte me encanta. Tengo dos completitos (uno con tres volúmenes y otro con cuatro, cosas de la fecha de publicación) y NO vendo ninguno y mucho menos regalo, presto o nada que suponga que salgan de su sitio en unas manos que no sean las mías..
A mi los manualesdeingenieriaquesirvenparatodo y en los que nunca encuentras lo que buscas no me gustan. Tocho que vale una pasta, normalmente mas obsoleto que los dientes de mi abuela que quizás tenían alguna justificación cuando había pocos ingenieros, les tocaba hacer de todo y eran maestros en nada. Y con el advenimiento de internet creo que solo valen para criar polvo en la biblioteca.
Es obvio que el Sr. Cas y yo tenemos puntos de vista muy diferentes de la profesión de ingeniero industrial.
No Sr. Jordim, se equivoca. Mi mayor joya es una enciclopedia de ingeniería del año 61, pero del 1861. Me encanta ese tipo de libros no como consulta diaria, para lo que obviamente sirven ya para relativamente poco, sino para retomar viejas ideas. Hay técnicas que se han ido sustituyendo por otras según ha ido evolucionando el estado de la ciencia y, curiosamente, años más tarde, vuelven a tener interés. Pongo un ejemplo sonado para que se me entienda:
Hace años, el motor diesel de inyección directa era el normal. Lo montaban los Barreiros entre otros. Se le conoció como motor diesel lento, pues el rápido era el de inyección indirecta. Su problema residía en la dificultad que tenía para variar su régimen. Con la electrónica, se hizo posible controlar dicho problema, y aparecieron, como gran innovación, los motores de inyección directa. No eran tal innovación en el fondo, pero sí en la forma de controlarlo.
Del mismo modo, cosas que se han desechado por una u otra razón, de cuando en cuando retoman su interés, y los hace de nuevo interesantes. En estos libros, a parte del placer que da hojearlos porque sí, se pueden sacar buenas ideas de como hacer las cosas. Desde luego, si lo que se necesita es una consulta puntual sobre un tema específico, sin duda alguna, un libro especializado o la página adecuada en internet ayuda mucho más.
Ah, y una cosilla más, la 2ª colección de Hutte que tengo la conseguí en una feria del libro por 50 Lauros. No creo que sea excesiva la inversión, sobretodo porque soy asiduo a ese tipo de ferias y fanático de las reliquias de ingeniería, como usted sabe.