Kanopher escribió:Bueno creo que era hijo adoptivo.
Sí, la adopción estaba a la orden del día en la antigua Roma. Sin embargo, el adoptado solía tomar el nombre o, al menos, el nombre familiar del adoptante. Por ejemplo, el hijo de Lucio Emilio Paulo Macedónico fue adoptado por Publio Cornelio Escipión y se llamó Publio Cornelio Escipión Emiliano (Africano Menor). En la película Ben Hur que comenta Kanopher, Judah ben Hur es adoptado por el cónsul (ficticio) Quinto Arrio, del que toma su nombre. Sin embargo, Marco Junio Bruto no toma el nombre de Julio, familia a la que pertenece César. De hecho, Marco Junio Bruto sí es hijo adoptivo, pero de su tío Quinto Servilio Cepión. Sin embargo, el desgraciado sólo adoptó el cognomen Cepión por un breve periodo. Y ello porque, políticamente, le interesaba más que se le asociase con su antepasado Lucio Junio Bruto, el hombre que derrocó al último rey de Roma e instauró la República.
arquimedes escribió: la dijo napoleon tras leer "el principe"
Cierto. La escribió Napoleón en su edición comentada de dicho libro. Sin embargo, la idea, el concepto, parece que sí es de Maquiavelo o, como comenta mecaguenla, del teólogo alemán Hermmann Busenbaum. Pero la frase, tal y como la conocemos, es de Napoleón.
Anerriphto ho kybos.